Promoción de la salud mental en el trabajo
29 abril, 2019
Sistema Nacional de Cuidado

La promoción de la salud mental en el trabajo y el apoyo a las personas que sufren trastornos psiquiátricos hacen más probable la reducción del absentismo laboral, el aumento de la productividad y la obtención de beneficios económicos para el empleado y las empresas. A propósito del Día del Trabajo, una revisión de lo señalado para la salud mental y el ámbito laboral.

El trabajo tiene una doble connotación en la salud mental de las personas. Por un lado es un factor beneficioso y protector para ella y, por  otro, puede ser un elemento perjudicial.

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“Trabajar es una de las cosas más importantes para el ser humano porque da sensación de autoeficacia, permite aprender, tener interrelaciones sociales, crear rutinas; pero también puede ser una fuente de preocupación si el dinero no alcanza, si hay acoso laboran o las condiciones no son buenas. Incluso cuando se viene el tiempo de jubilación o se está jubilado. Todo eso puede producir ansiedad y depresión”, explica Lina María González, líder de Salud y Bienestar de la Fundación Saldarriaga Concha.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que el acoso y la intimidación en el trabajo son problemas frecuentes que pueden tener considerables efectos negativos en la salud mental. Y la Encuesta Nacional de Salud Mental (2015) mostró que el exceso de trabajo, los contratos laborales inciertos o la falta de ocupación están teniendo gran impacto en la salud mental de los colombianos.

En adultos entre 18 a 44 años y mayores de 44 años encontró que  los problemas de salud mental están de manera particular en el espectro de los síntomas de ansiedad y depresión, y que el tema laboral era unos de los factores causantes de ello.

En ese sentido señaló que es necesaria la activación del sistema de salud de forma efectiva para la detección temprana de problemas en salud mental que permitan disminuir la aparición de patología mental a través de las acciones de detección temprana. “Es de anotar que esta activación del sistema de salud va de la mano a las acciones dirigidas a la evaluación del riesgo psicosocial desde las áreas o las actividades de salud ocupacional de las organizaciones que tienen a su cargo, según lo definido por la Ley 1616 del 2013”, señala la encuesta.

El artículo 9 de la Ley 1616 establece la promoción de la salud mental y prevención del trastorno mental en el ámbito laboral y en ese sentido indica que las Administradoras de Riesgos Laborales  (ARL) dentro de las actividades de promoción y prevención en salud “deberán generar estrategias, programas, acciones o servicios de promoción de la salud mental y prevención del trastorno mental, y deberán garantizar que sus empresas afiliadas incluyan dentro de su sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo, el monitoreo permanente de la exposición a factores de riesgo psicosocial en el trabajo para proteger, mejorar y recuperar la salud mental de los trabajadores”.

La norma establece además que los ministerios de Trabajo y Salud son los encargados de determinar y actualizar los lineamientos técnicos para que se den las acciones mencionadas.

Precisamente, el Ministerio de Salud y Protección Social anunció que, con el Ministerio de Trabajo, construyó una resolución para la implementación de planes y programas con énfasis en resiliencia, autocuidado, situaciones de estrés, manejo de emociones y conflictos laborales, así como acompañamiento a aquellos trabajadores que se encuentran en tratamiento por trastornos mentales y consumo de sustancias psicoactivas.

La resolución, que está por salir,  también aborda el cuidado de la salud mental de quienes trabajan en este campo (equipos de salud, de atención psicosocial, de las comisarías de familia, ICBF, entre otros).

“La salud mental de los trabajadores es un asunto social complejo de abordaje intersectorial relacionado con las características del empleo, el manejo de las jerarquías, el manejo de las emociones ante situaciones de estrés, las exigencias del trabajo en equipo y el equilibrio familia/trabajo”, señaló.

El Ministerio también anunció que en el CONPES de salud mental que se expedirá al finalizar este semestre se concertaron acciones específicas para la evaluación y el manejo del riesgo psicosocial en el trabajo, relacionadas con pasar más tiempo en familia, limitar horarios de trabajo, dar claridad a roles, tareas y responsabilidades en el horario laboral y en capacidades de liderazgo y manejo de grupos. También en desarrollar capacidades en los  trabajadores para identificar  problemas o trastornos mentales en los compañeros y brindar primera ayuda psicológica.

Cómo está la situación en cifras

Una de cada cinco personas en ámbito laboral puede experimentar un trastorno de salud mental. Los problemas de salud mental tienen un impacto directo en los lugares de trabajo a través del aumento del ausentismo, la reducción de la productividad y el aumento de los costos de atención de la salud. Sin embargo, el estigma y la falta de conciencia sobre la salud mental persisten como barreras para abordar la salud mental en el lugar de trabajo (OPS).

  • Según el Ministerio de Salud de Colombia, desde 2013, los reportes de las ARL y de las EPS dan cuenta de un incremento de los casos de ansiedad y depresión, ocupando el tercer lugar entre los más reportados, después los espasmos, esguinces y fracturas, y de las afectaciones auditivas. La información concluye que gran parte de los problemas en músculos, huesos y articulaciones o de los accidentes de trabajo se derivan de riesgos psicosociales o afectaciones en la salud mental de los trabajadores.
  • De acuerdo con la Primera Encuesta Nacional sobre Condiciones de Salud y Trabajo (2007), la prevalencia de exposición a factores de riesgo psicosocial es altísima. La atención al público y el trabajo monótono y repetitivo ocupan los dos primeros lugares en más del 50% de los encuestados. Con respecto al estrés ocupacional, entre 20% y 33% de los trabajadores manifestaron sentir altos niveles de estrés.
  • Más de 300 millones de personas en el mundo padecen depresión, un trastorno que es la principal causa de discapacidad. Además, muchas de ellas sufren también síntomas de ansiedad (OMS). El trabajo es una de las causas.
  • La depresión y la ansiedad tienen unas repercusiones económicas importantes: se ha estimado que cuestan anualmente a la economía mundial US$ 1 billón en pérdida de productividad (OMS).

Riesgos para la salud relacionados con el trabajo

Según la OMS y el Ministerio de Salud los riesgos más frecuentes son:

  • Políticas inadecuadas de seguridad y protección de la salud.
  • Prácticas ineficientes de gestión y comunicación.
  • Escaso poder de decisión del trabajador o ausencia de control de su área de trabajo.
  • Bajo nivel de apoyo a los empleados.
  • Horarios de trabajo rígidos.
  • Falta de claridad en las áreas u objetivos organizativos.
  • Tareas asignadas que no se adecúan a las competencias de la persona – carga de trabajo excesiva.
  • Exigencias contradictorias y falta de claridad de las funciones que se deben desempeñar en un puesto o cargo determinado.
  • Falta de participación en la toma de decisiones que afectan al trabajador y en la forma en que se lleva a cabo el trabajo.
  • Inseguridad o incertidumbre sobre el futuro laboral.
  • Comunicación ineficaz, poco asertiva y falta de apoyo por parte de directivos o los compañeros, lo cual genera conflictos que no se resuelven de manera satisfactoria.
  • Acoso psicológico y sexual.
  • Exposición a otras violencias como intimidación y críticas que pueden generar frustración y sentimientos de temor, rabia y minusvalía.
  • Condiciones laborales inadecuadas, tales como oficinas con espacio físico reducido y ambiente congestionado, escasez de luz natural y mala ventilación contribuyen en la aparición de estrés y tensión.
  • Los trabajos repetitivos o rutinarios y la falta de oportunidades para utilizar los propios conocimientos, habilidades y destrezas del trabajador generan frustración y desmotivación y afectan la autoestima.

Pautas para crear un entorno saludable de trabajo

Para hacer una buena promoción de la salud mental en el trabajo, el Ministerio de Salud  y el Foro Económico Mundial recomiendan:

  • Tomar conciencia del entorno de trabajo y de cómo se puede adaptar para promover una mejora de la salud mental de los empleados.
  • Aprender de las motivaciones de los directivos y empleados de la organización que han adoptado medidas.
  • No reinventar la rueda y fijarse en las medidas adoptadas por otras empresas.
  • Conocer las necesidades de cada trabajador y las oportunidades de que dispone, con el fin de elaborar mejores políticas en materia de salud mental en el lugar de trabajo.
  • Conocer cuáles son las fuentes de apoyo a las que pueden recurrir las personas para pedir ayuda.
  • Aplicar y hacer cumplir las políticas y prácticas de seguridad y protección de la salud, que permitan detectar el estrés patológico, las enfermedades y el consumo nocivo de sustancias psicoactivas, así como facilitar recursos para ello.
  • Informar a los trabajadores que pueden pedir ayuda.
  • Promover la participación del personal en las decisiones, transmitir una sensación de control y de participación e implantar prácticas en la organización que promuevan un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal.
  • Ofrecer a los empleados programas de desarrollo profesional.
  • Reconocer y recompensar la contribución del personal.
  • Desarrollar y optimizar estrategias de comunicación para difundir entre los trabajadores información sobre factores protectores de la salud mental y estilos de vida saludables.
  • Implementar procesos de educación enfocados en desarrollar habilidades de estilos de dirección para quienes manejan equipos de trabajo, comunicación efectiva y asertiva, resolución de conflictos interpersonales, estrategias de motivación a los colaboradores, y liderazgo democrático.
  • Generar espacios de encuentro
    donde los trabajadores puedan expresar tanto las cosas positivas de su trabajo, como los aspectos que consideran se pueden mejorar, con la participación de los actores involucrados y con propuestas claras y viables para esto.
  • Realizar entrenamiento en estrategias para modificar reacciones de ansiedad, rabia, miedo o desagrado ante situaciones que resulten amenazadoras en el desarrollo de las actividades laborales.
  • Fortalecer el autoconocimiento, empatía, comunicación asertiva, relaciones interpersonales, toma de decisiones, manejo de problemas y conflictos, pensamiento creativo, pensamiento crítico, manejo de emociones y sentimientos, búsqueda de apoyo social.
  • Brindar formación en primeros auxilios psicológicos, tanto para los brigadistas de emergencias como para trabajadores interesados en el asunto, abordando temas como el desarrollo de capacidades para identificar y hacer el abordaje inicial de problemas y trastornos mentales, manejar situaciones de crisis como ataques de pánico, intentos de suicidio, y/o conductas violentas, entre otros.
  • Vincular a los trabajadores en actividades deportivas, recreativas, artísticas, culturales organizadas por el empleador o en alianza con otras instituciones y sectores.
  • Promover actividades para fortalecer vínculos y redes de apoyo social entre los trabajadores (como la celebración de cumpleaños y días especiales), a través de las cuales se propicien espacios para compartir experiencias y talentos, o para el manejo de emociones en relación con situaciones cotidianas de trabajo percibidas como conflictivas o estresantes.

 

 

 

 

 

 

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