El elevado promedio de edad de los campesinos colombianos y la exclusión social y productiva de la que son objeto están llevando al campo colombiano a quedarse sin quien lo quiera trabajar.
Y es que estos dos factores hacen que el campo sea cada vez menos atractivo tanto para las nuevas generaciones, como para quienes han dedicado su vida a garantizar la producción de los alimentos que se consumen en el país.
Por eso y con motivo del Día Nacional del Campesino que se celebra cada 2 de junio, la Fundación Saldarriaga Concha ha querido realizar un panorama de la situación que atraviesan los campesinos mayores del país.
Además, pretende visibilizar la labor que se adelanta en diferentes comunidades donde con diferentes proyectos se está incentivando la participación de esta población en los procesos productivos y sociales que impactan su entorno más inmediato.
¿Hay avances?
No hay duda que el país ha logrado importantes avances en la reducción de la pobreza multidimensional y la pobreza monetaria en los últimos años.
Según las cifras oficiales del DANE, la pobreza multidimensional[1] a nivel nacional disminuyó en cerca de 10 puntos porcentuales en los últimos 8 años, al pasar del 30.4% en 2010 al 19.6% en 2018.
Sin embargo, esta importante mejoría en las condiciones de vida de los colombianos no ha sido igual para quienes viven en centros poblados y en las zonas rurales, quienes en su mayoría son pequeños campesinos.
En estas zonas, la pobreza multidimensional pasó del 53.1% en 2010 al 39.9% en 2018. Es decir que el nivel de pobreza de los campesinos colombianos en el último año fue un 20 puntos porcentuales más elevada en comparación con el nivel nacional.
Situación de los campesinos mayores
Al analizar estos resultados por grupos etáreos, se puede identificar que la situación de las personas mayores que habitan en las zonas rurales de nuestro país es aún más compleja.
El Índice Multidimensional de Inclusión social y productiva de la Fundación Saldarriaga Concha e Inclusión SAS muestra que el 21.4% de las personas mayores que viven en las zonas rurales del país están doblemente excluidas, es decir, no tiene garantizada su inclusión social (salud, educación y vivienda) ni tampoco están incluidos productivamente, es decir, no tienen una fuente de ingresos suficiente ni condiciones laborales dignas.
Por otro lado, tan solo el 30.3% de la población rural mayores esta doblemente incluida.
Fuente: FSC, Inclusión SAS. cálculos con base GEIH.
Al comparar estos resultados con las zonas urbanas, se encuentra que los niveles de doble inclusión de las personas mayores son cercanos al 65% mientras que la doble exclusión es de tan solo el 10%.
Estas cifras evidencian la situación de exclusión que están enfrentando los campesinos mayores de nuestro país. Para poder garantizar la construcción de una sociedad más equitativa y solidaria que reconozca y respete sus personas mayores, es imperativo expandir las oportunidades de participación de todas las personas mayores en los diversos ámbitos de la sociedad y garantizar que tengan las oportunidades para desarrollar y contribuir con sus potencialidades.
Acciones lideradas por la Fundación Saldarriaga Concha
Conscientes de la difícil situación que enfrentan los campesinos mayores de nuestro país, desde la Fundación Saldarriaga Concha venimos trabajando en el impulso de diferentes iniciativas que le apuntan a la inclusión social y productiva de los campesinos mayores en Colombia.
Un primer ejemplo de este trabajo es El Efecto Cacao, una alianza conformada por la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos USAID, Casa Luker y su Fundación Luker, la Universidad EAFIT, ENEL-EMGESA y la Fundación Saldarriaga Concha.
Este proyecto tiene objetivo fortalecer la cadena productiva del cacao para mejorar las condiciones de vida de 17 asociaciones de campesinos en ubicados en 15 municipios del país.
Otra importante iniciativa en la que actualmente participa la Fundación Saldarriaga Concha es la Alianza para el Desarrollo del colectivo AFE de Antioquia. Esta es una alianza estratégica donde 17 Fundaciones empresariales y familiares decidieron unir sus esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de más de 1.000 familias campesinas de los municipios de San Juan de Urabá y San Luis en el departamento de Antioquia.
Con la Universidad de la Salle y su programa Utopía, la Fundación Saldarriaga Concha vienen trabajando desde hace varios años en una alianza que busca brindar mejores oportunidades para que las nuevas generaciones se enamoren del campo y eviten migrar a las grandes ciudades y abandonar sus territorios.
Esto lo hacemos mediante el fomento del trabajo intergeneracional de jóvenes egresados del programa Utopía con personas mayores. A través de esta alianza hemos llegado a los municipios de Granada en el Meta, Sardinata en Norte de Santander y San Pablo de Borbur en el departamento de Boyacá.
Finalmente, un caso emblemático para la Fundación es el trabajo que desde el año 2013 viene realizando con un grupo de 45 campesinos mayores y sus familias. Allí, mediante una alianza con la Corporación Diocesana de Cartago, estas familias han logrado mejorar su calidad de vida a través de la implementación de un proyecto integral que principalmente busca garantizar el mejoramiento de sus ingresos a través del cultivo de mora, y, por otro lado, mejorar algunos aspectos relacionados con la salud, la educación, acceso a las tecnologías de la información y el liderazgo.
Estos son algunos ejemplos de las iniciativas mediante las cuales desde la Fundación Saldarriaga Concha queremos reconocer y resaltar el importante trabajo que realizan día a día miles de campesinos en nuestro país para garantizar la seguridad alimentaria de millones de colombianos.