Jóvenes resilientes, con y sin discapacidad, construyen tejido social para la paz en el Meta
26 julio, 2023
Sistema Nacional de Cuidado

El programa Jóvenes Resilientes fortalece las capacidades de emprendimiento y empoderamiento económico de 140 jóvenes en Vista Hermosa, 26 de ellos con discapacidad. 

En Vista Hermosa, a 145 kilómetros de Villavicencio en el sur del Meta, 140 jóvenes, 26 de ellos con alguna discapacidad, se forman para hacer realidad sus ideas de agroproducción sostenible, turismo y aquellas relacionadas con los entornos digitales. El programa Jóvenes Resilientes, de Usaid y ACDI/VOCA, ha fortalecido sus capacidades en emprendimiento y empoderamiento económico para así contribuir a la construcción del tejido social.

El programa es un piloto desarrollado por una alianza entre la Fundación Atuca, la Fundación Saldarriaga Concha (FSC) y otros actores sociales del territorio. “Hemos venido trabajando en Vista Hermosa en temas de construcción de memoria histórica, de reconciliación y paz desde hace tres años. Y este piloto de inclusión con la Fundación Saldarriaga Concha surge inicialmente en el trabajo de emprendimiento juvenil que busca abrir el panorama sobre rutas comercializables, especialmente en turismo”, explica Érika Salazar, directora general de Atuca.

Este ejercicio de acompañamiento se inició con la invitación a un taller vocacional de 140 jóvenes del territorio, 26 de ellos con algún tipo de discapacidad -intelectual, física o visual-. La convocatoria obtuvo buenos resultados y la participación ha sido importante a pesar de las dificultades en el desplazamiento de algunos de los jóvenes que requieren apoyos y ajustes razonables para garantizar su movilidad. “Tenemos alrededor de nueve chicos, que han venido participando más activamente”, asegura Andrés Díaz, Director estratégico de Atuca.

De estos jóvenes uno se destaca por su activa participación en los talleres. Jorge Luis, ‘Dj Yorgy’ como le gusta que lo llamen, ha completado 120 horas que le han dado mayores herramientas en su liderazgo reconocido en la comunidad. “He participado en la formación de entornos digitales, agroproducción sostenible y turismo. Todo ha sido un aprendizaje para mí. Me ha servido muchísimo en mi trabajo relacionado con la inclusión social de las personas con discapacidad. Por ejemplo, la Lengua de Señas Colombia (LSC) que, aunque por mi discapacidad física no puedo hacer muchas señas, pero sí entender lo básico”, cuenta el joven que fue Consejero municipal juvenil.

En la actualidad Jorge Luis es el enlace en temas de discapacidad de la Alcaldía de Vista Hermosa y una de sus primeras misiones ha sido la de construir una base de datos actualizada de las personas con discapacidades en el territorio para así tener un punto de partida real. “Al inicio, al verme con el chaleco de la Alcaldía, la gente me miraba con desconfianza. Pero eso ha cambiado porque les explico cuál es mi trabajo, que quiero conformar el comité de discapacidad y tener una base de datos clara para poder gestionar recursos para toda la población”, asegura.

Dj Yorgy - Vista Hermosa - Jóvenes resilientes

Trabajo en equipo para la inclusión

Los directores de Atuca coinciden en la importancia de superar las barreras actitudinales para una verdadera inclusión. “La Fundación Saldarriaga Concha nos ha apoyado desde el primer día en el tema de sensibilización, sobre cómo se caracteriza a la población, qué hay que tener en cuenta para el desarrollo de las actividades. Y en este sentido los talleristas que han estado implementando las actividades han hecho ajustes razonables para hacer accesible tanto el contenido como las actividades”, afirma el Director Estratégico.

Y es que como lo explica la coordinadora de Educación y Formación de la FSC, Rossana Cuervo Botero, la inclusión e igualdad solo se logran cuando se vincula a toda la población en los procesos sociales y productivos.

Además, afirma que «bajo el lema de la Convención sobre los Derechos de las Personas con DiscapacidadNada sobre nosotros sin nosotros’, la inclusión productiva es aprender juntos a co-crear oportunidades para que todas y todos los jóvenes, sin excepción, se vinculen al sector productivo desde el enfoque de capacidades. Esto significa un reto constante de repensar como equipo nuevas alternativas para que aquellas y aquellos jóvenes que han sido excluidos y vulnerados históricamente, como los jóvenes con discapacidad, puedan tener un proyecto de vida, emprender, ser parte de una empresa pequeña o grande y mejorar su calidad de vida junto a la de sus familias”, dice Cuervo.

Jóvenes resilientes en Vista Hermosa, Meta

De allí la importancia de esos ajustes razonables que mencionan los directores y que fueron implementados en los talleres. “Esto nos ha llevado a darles tranquilidad a todos los jóvenes participantes. Por ejemplo, Dennis es una persona con discapacidad visual y lo que hicimos para que tuviera acceso a los videos fue que alguno se sentara a su lado y empezara a narrarle. Son ajustes simples como también el conocer de las aplicaciones que facilitan la inclusión”, asegura Díaz.

También incorporar el lenguaje de señas básico hizo que todos los jóvenes, con discapacidad o no, se sintieran más tranquilos y aprovecharan más los conocimientos ofrecidos. Fue el caso del taller en primeros auxilios y en el que personas ciegas o con discapacidad cognitiva lideraron una evacuación e indistintamente de su condición obtuvieron el certificado que les permitirá ayudar en una emergencia.

El programa piloto se estará implementando hasta diciembre de este año y continuará organizando encuentros con expertos en los tres temas transversales. Entre los planes también está hacer una visita a Bogotá de un grupo de personas con el fin de ampliar el panorama y adquirir ideas para su implementación en este territorio golpeado por décadas por el conflicto armado.

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