El trabajo de cuidado requiere ser reconocido, reducido y redistribuido
30 agosto, 2022
Sistema Nacional de Cuidado

Recientemente el país ha tenido noticias positivas con respecto al trabajo del cuidado. Una labor sin remuneración que realizan en su mayoría mujeres y un tema del cual se ha hablado desde hace más de 15 años sin los resultados esperados, a pesar de que se cuenta desde 2010 con la llamada Ley de Cuidado.

Una de esas noticias es la creación de la Comisión Intersectorial de la Política Nacional de Cuidado (Cipnc). La otra tiene que ver con el Sistema Nacional de Cuidado, que el nuevo Gobierno Nacional busca establecer. Además de las propuestas que han hecho expertos.

La comisión fue creada por el Decreto 1228 de 2022 que firmó en julio el presidente Iván Duque, a pocos días de terminar su mandato. La misión de la comisión es lograr la coordinación y articulación intersectorial para la implementación de la Política Nacional de Cuidado (PNC).

Esta política tiene el objetivo de “promover una nueva organización social de los cuidados en el país, por medio de la provisión de cuidados, asistencia y apoyo de niñas, niños y adolescentes, personas adultas mayores y personas con discapacidad en situación de dependencia; así como reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados – que hoy realizan mayoritariamente las mujeres – desde un enfoque de derechos humanos, interseccional e intercultural, en el marco de la equidad de género e igualdad de oportunidades en Colombia”, según el borrador de la PNC. Lea la nota: ‘Se avecina una crisis de cuidado’.

Para Philipp Hessel, profesor adjunto de Universidad de los Andes, investigador principal del capítulo de Cuidado de Misión Colombia Envejece – una investigación viva (en proceso) e investigador senior de la Universidad de Basilea (Suiza), este borrador tiene un análisis bueno y detallado de la situación del cuidado, así como también un listado completo de los objetivos de la política del cuidado a largo plazo.

“Lo que falta es mencionar el financiamiento. El documento no habla de la financiación de los servicios, en esto no se ha avanzado mucho en Colombia y varios colegas vemos en ese aspecto el reto más grande”, dice Hessel.

A este reto, Lina González, líder de Salud y Bienestar en la Fundación Saldarriaga Concha, suma otros. “Lo primero es saber de quién va a depender el cuidado en Colombia y lo segundo, saber cómo se va a manejar, cuáles van a ser los servicios, cuál va a ser la corresponsabilidad de las familias y cómo va a ser la situación particular de las mujeres cuidadoras, que es un número grande”, agrega.

El impacto del cuidado en la economía del país

La labor del cuidado que, como se ha mencionado, es realizada en su mayoría por mujeres, representa el 20 % del Producto Interno Bruto (PIB) y no es remunerada. Es por esto por lo que algunos expertos han propuesto vincular el cuidado al sector productivo del país, entre ellos la economista y actual ministra de Agricultura, Cecilia López.

“La economía del cuidado no remunerado debe ser un nuevo sector productivo. Sin embargo, este multisector se enfrenta a un reto inmenso: la incapacidad de los economistas de aceptar que sin cuidado no hay fuerza de trabajo, no hay productividad, no hay crecimiento; es decir, no hay economía”, escribió López en noviembre de 2020 en La economía del cuidado: un nuevo sector productivo.

En una columna de opinión en el diario La República López explicó que: “no se trata de remunerar a las amas de casa sino de distribuir su carga de trabajo entre terceros que puedan hacerla por remuneración, en otras palabras, es generar empleo para toda la población con vocación de cuidado. Generar empleo y salarios no redistribuye el PIB, sino que lo aumenta”.

Por su parte y en línea con López, el proyecto Quanta, Cuidado y Género, con base en sus trabajos de investigación, propone redistribuir, reducir y reconocer el trabajo de cuidado no remunerado desde las normas jurídicas.

“Es importante reconocer como trabajo el cuidado no remunerado y crear acceso a prestación de servicios de cuidado. Además, debe haber políticas que promuevan el acceso de las mujeres al empleo remunerado y a la permanencia”, explica Paola Andrea Camelo Urrego, especialista Cualitativa en Quanta.

El actual presidente de la República, Gustavo Petro, también ha puesto al tema sobre la mesa al plantear la creación de un Sistema Nacional de Cuidado. “Crearemos un Sistema Nacional de Cuidados que reconozca y recompense, reduzca y redistribuya el trabajo de cuidado feminizado a través de instrumentos de política pública que integren esfuerzos del Estado, el sector privado y la comunidad en articulación con la economía popular. Este partirá de los territorios, las experiencias públicas y comunitarias ya adelantadas y las vivencias diversas de las mujeres”, se lee en su programa de Gobierno.

Las mujeres, las que cuidan

Actualmente en el mundo las actividades de cuidado son realizadas en su mayoría por mujeres de manera no remunerada. Esto, según un artículo de ONU Mujeres, ha dejado como resultado la pobreza para millones de mujeres.

En Colombia, “predomina el cuidado no remunerado por parte de miembros del hogar, representando este rubro un 70,7 % de la provisión total de cuidado (2020). Además, las labores de cuidado recaen principalmente sobre las mujeres, quienes cubren el 84,8 % de la oferta no remunerada de cuidado del país”, según datos de la Misión Colombia Envejece – una investigación viva (en desarrollo), capítulo Cuidado.

Las rutinas de las mujeres cuidadoras no remuneradas son largas y extenuantes, de acuerdo con información del proyecto Quanta, Cuidado y Género, recolectada por medio de entrevistas realizadas a 100 mujeres cuidadoras mayores de 18 años en Bogotá.

Estas rutinas se dificultan cuando las mujeres no cuentan con apoyo en las labores y cuando tienen doble jornada (primero cumplen la rutina remunerada de ocho horas y luego hacen las tareas de cuidado no remunerado).

“Importante tener en cuenta que, las mujeres al tener estas jornadas largas tienden a presentar pobreza de tiempo; es decir, que no cuentan con los espacios o con el tiempo para desarrollar actividades de interés personal o incluso descanso u ocio”, explica Camelo.

La experta concluye que las mujeres, al dedicar su tiempo al cuidado no remunerado, salen del mercado laboral, lo cual obstaculiza su experiencia laboral, su capacidad de ahorro y el acceso a pensión.

¿Qué es el cuidado?

Según el documento Cuidados en América Latina y el Caribe en tiempos de COVID-19: Hacia sistemas integrales para fortalecer la respuesta y la recuperación, de ONU Mujeres, el cuidado constituye las actividades que contribuyen al bienestar físico y emocional de las personas.

“Hace, por lo tanto, referencia a un amplio conjunto de aspectos que abarcan los cuidados en salud, el cuidado de los hogares, el cuidado a las personas dependientes y a las personas que cuidan o el autocuidado”, dice el informe.

 

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