La Ley 982 de 2005 definió a la sordoceguera en Colombia como una limitación única caracterizada por una deficiencia auditiva y visual ya sea parcial o total y que trae como consecuencia dificultades en la comunicación, orientación, movilidad y el acceso a la información.
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De acuerdo con el Registro de Localización y Caracterización para personas con Discapacidad, en Colombia existen aproximadamente 56.320 personas sordociegas de la cuales el 51 % son mujeres y el 48 % son hombres.
Así mismo, dicho registro ha determinado que Valle, Antioquia, Bogotá, Tolima, Boyacá, Santander y Nariño son las zonas del país donde más se presentan casos de sordoceguera.
Al segmentar por edad, el 72 % de los casos se registra en personas mayores de 60 años, mientras que un 18 % se encuentran en hombres y mujeres entre los 28 y 59 años. Además, en los estratos 1 y 2 se presentan la mayoría de episodios.
En cuanto a empleo, según el Instituto Nacional para Sordos, INSOR, el panorama para las personas sordociegas es «desalentador», pues la baja vinculación laboral no permite su pleno desarrollo.
«El panorama laboral de las personas sordociegas es desalentador en cuanto a garantías para su desarrollo humano dentro del contexto social, generado por la inactividad económica en primer lugar, la baja vinculación laboral con condiciones de seguridad social, y la falta de actividades económicas definidas dentro de un sector productivo. Un factor influyente se genera en la falta de oportunidades para la mayoría de las personas que se encuentran en edad adulta y productiva», señala el INSOR.
Al hablar de salud, el INSOR hace un llamado sobre las «debilidades en el sistema directamente relacionadas con los servicios de rehabilitación».
Así mismo, señala que un 73 % de las personas sordociegas asegura haber recibido atención en salud durante el último año; el 34 % dijo que su diagnóstico no fue oportuno; el 53 % afirmó no haber recibido orientación sobre discapacidad; y el 54 % pertenece al régimen subsidiado.