Carolina Ballester es la directora de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY, por sus siglas en inglés), el colectivo creado en 1953 por una periodista alemana judía que al volver a su país encontró que niñas y niños no tenían acceso a los libros y que había un bagaje ideológico construido durante el nazismo. “Pensó que trayendo libros de todo el mundo se podían tejer puentes y mejorar el entendimiento entre las culturas. Desde entonces consideramos que los libros son una herramienta de paz internacional”, explicó durante la inauguración Habitar con los Sentidos, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo) 2025.
Es la exposición internacional de libros infantiles accesibles de IBBY, que por primera vez se presenta Colombia, gracias a las gestiones de las organizaciones aliadas de la FILBo Incluyente, entre ellas la Cámara Colombiana del Libro, la Fundación Saldarriaga Concha, el Instituto Nacional para Ciegos (INCI) y el Instituto Nacional para Sordos (INSOR).
La exposición está conformada por una colección de libros que ha viajado mucho en los últimos años, pues ha estado en ferias de Frankfurt, Bolonia, Shanghai, Argentina, Perú, Italia y Malasia, entre otros lugares. Son 39 libros que dan cuenta de cómo ha ido evolucionando la percepción de la diversidad y el entendimiento de lo que significa la discapacidad.

En la FILBo, la exposición está en el hall del auditorio José Asunción Silva en Corferias. Tiene señalización en braille, lengua de señas, subtitulación y códigos QR para que todas las personas puedan disfrutarla sin barreras.
“Aprecio la forma en la que se ha tenido en cuenta la misma accesibilidad de la exposición en la FILBo, a través de fichas y mobiliario adaptados para diferentes públicos. Esto demuestra la importancia que se da al tema de la inclusión y la accesibilidad”, aseguró Carolina.
Libros muestran una evolución
Carolina cuenta que en 1991 surgió la idea de recopilar libros destacados accesibles para personas con discapacidad en las 85 secciones que tiene IBBY en todo el mundo, 17 de las cuales están en América Latina y Caribe. La sede principal está en Suiza y en Colombia está desde1982.
“Fue el resultado de un acercamiento entre IBBY y un centro de investigación en Noruega, que tenían la idea de fomentar la investigación sobre los libros accesibles. El cimento de esto es que los niños, sin importantar sus necesidades, tienen derecho al acceso al libro y al libro de calidad. Y que hay que fomentar la investigación y animar a los editores a crear tales tipos de contenidos. Que hagan que esos contenidos dialoguen y se salgan de sus nichos. En los años 80s tenías institutos que hacían libros en braille para público en braille, pictogramas para cierto segmento de niños, pero la colección da esta visión de conjunto, esta visión globalizada y esta noción de que de que todos los niños tienen derecho a disfrutar de los libros de forma autónoma”, explica.
Durante varios años la curaduría de esta exposición fue en Noruega y en 2013 pasó a la Biblioteca Pública de Toronto (Canadá), donde ahora está toda la colección accesible a todos los públicos. Se puede pedir cita para ir a verla y ahí se ve cómo ha evolucionado la calidad de la producción, las palabras que se usan, la forma en la que se retratan niños en discapacidad. “Es una colección que ha crecido con la toma de conciencia global sobre la importancia de la accesibilidad y la inclusión… Definitivamente estamos bastante mejor que hace 30 años, pero todavía queda camino por recorrer”, señala Carolina.
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